jueves, 2 de diciembre de 2010

Tipos de aceite de oliva vírgenes

Ya hemos visto que los aceites de oliva vírgenes son el zumo de la aceituna extraídos únicamente por procedimientos mecánicos.

Son un producto completamente natural, como un zumo de cualquier fruta. Pero esto no significa que sean de buena calidad. En función del estado del fruto cuando se exprime, del cuidado y de limpieza en la elaboración, y de las condiciones de conservación, este zumo de aceituna podrá ser, como casi todo en la vida, bueno, regular o malo.

Pues de esta forma los aceites de oliva vírgenes se clasifican según los siguientes nombres y apellidos en:
  1. Aceite de oliva virgen extra            (el bueno)
  2. Aceite de oliva virgen                    (el no tan bueno)
  3. Aceite de oliva virgen lampante      (el malo)
La forma de clasificarlos es en base a dos criterios: Por un lado las características organolépticas, que se determinan mediante la cata del aceite por un panel de catadores, o panel de cata; y por otro lado, el análisis de la acidez del aceite.

El análisis de la acidez es un análisis de laboratorio mediante una valoración química, y es por tanto, completamente objetivo; mientras que la puntuación de las características organolépticas por un panel de cata se presta a resultados e interpretaciones subjetivas.

¿Por qué no buscar otro criterio que fuera objetivo? Porque los expertos concluyeron que no existía ningún otro criterio químico, u objetivo, por el cual pudiera identificarse las diferencias de calidad entre sí.

Es decir, un aceite puede tener unos parámetros analíticos perfectos y tener un sabor y un aroma desagradables al paladar, o simplemente inexistentes. De ahí la necesidad de una cata para la clasificación de los aceites de oliva virgen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario